miércoles, 28 de octubre de 2009

Un angel de la guarda...


Imagina que vas en el bus; el trayecto tedioso diario que te lleva de casa al trabajo y viceversa; qué una persona no te quita el ojo de encima y te observa atentamente. No se tú pero yo me sentiría algo incomoda, no me gusta que me miren con insistencia; pero el colmo de la sorpresa sería que esa persona se acerque y te pida hablar unos momentos a solas, es decir sin que nadie de alrededor pueda oír. Y va y te dice que te hagas una analítica muy especifica, de que ella, la persona que te mira, es médico endocrino y que en las ultimas semanas ha tenido unos casos a tratar y que tú, la observada, tienes unas características que le recuerdan dichos casos.


La verdad es que la situación es algo fuera de lo común, si alguien se acerca a uno en estos tiempos que corren o bien es para pedir dinero, venderte algo o preguntarte por un calle cercana...pero eso de decirte que te hagas un análisis...es como poco: inusual. Pero es real como la vida misma y hoy ha saltado la noticia de la señora que viajaba en bus y una medico con muy buen ojo le dijo que se hiciera unos análisis. Evidentemente los medios ya han bautizado a la medico, que desea permanecer en el anonimato, como "el ángel de la guarda" de Montserrat la enferma sin saberlo.


La verdad es que la acción de la doctora es de los mas audaz, podía haberse topado con una persona que hubiera tenido una mala reacción y la cosa podía haber terminado de mala manera...pero afortunadamente la cosa tuvo un final feliz. Montserrat se hizo la analítica, se le encontró un pequeño tumor en la glándula hipófisis, fue operada de forma exitosa...y colorín colorado está historia real se ha terminado.


Ojala hubiera mas médicos con buen ojo por la calle y fuera de ella, quizá, las cosas de la salud irían de otra manera...

miércoles, 21 de octubre de 2009

La Ciudad de las Ciencias


Un edificio al que llaman Ágora y en el que estaban, a pesar de ser fiesta, trabajando a marchas forzadas. Era todo un espectáculo ver trabajar las grúas con los enormes cristales que iban poniendo en su sitio los operarios. mas que operarios yo diría alpinistas pues trabajar a esas alturas tiene tela.

Me encantó el Umbráculo...


Hacia muchos años que no me paseaba por Valencia. Tiempos ha, demasiado, solía ir...pero la vida es como es, desaparecen las personas que nos ataban; unos se van para siempre , otros cambian y pasa el tiempo y cuando por motivos que no viene al caso vuelves ...pues te llevas una grata sorpresa. Valencia ha cambiado mucho y me ha sorprendido mas.


Cuando uno oye hablar o ve muchas imagenes de un lugar nuevo suele tener cierto miedo a verlo en persona; las probabilidades de sobrevalorar en la distancia hacen que el temor sentirse defraudado nos pueda y posterguemos la visita. No ha sido así y me alegra haber estado paseando, a pesar de las prisas de la visita, por la Ciudad de las Artes ...ese maravilloso conjunto arquitectónico que ha creado un singular arquitecto: Santiago Calatrava.

En un lugar que yo recordaba lejano, íbamos en coche a la playa del Saler y lo recuerdo como una larga excursión con comida obligada en un lugar de la Albufera que hacían una "all i pebre" impresionante y que desgraciadamente no supe encontrar o que simplemente ha desaparecido. Pues ese lejano lugar se ha convertido en cita obligada de muchos amantes de la arquitectura moderna por un lado y por cientos de personas que van allí a divertirse, a aprender o simplemente a pasear.

Volveré con mas tiempo para poder ir al oceanográfico...me encantara ver los pingüinos en un ambiente muy parecido a su hábitat natural...nunca he visto pingüinos.






martes, 20 de octubre de 2009

Antonio Luis Moyano


Hoy es un gran día. Un amigo y compañero de viaje, mas compañero que amigo pero amigo de amiga, presenta un libro valiente donde los haya y que ardo en deseos de leer. En el ultimo viaje a Egipto nos comentó que estaba en ello, que le apetecía empezar a demostrar que muchos de esos famosos misterios, con los que Iker Jimenez se ha especializado, ni son tan misteriosos ni son tan famosos. Solo hay que pensar y actuar con mente crítica y espíritu científico.


Hasta que no lo lea nada puedo comentar solo decir que estará a la venta a partir del 10 de Noviembre y que su título es:

Iker, el mago de los misterios.


Si pincháis sobre el título saldar un enlace con una entrevista a Antonio Luis Moyano.

lunes, 19 de octubre de 2009

La élite o los nuevos ricos.


Hoy me viene al pelo un artículo escrito por mi admirado Perez-Reverte sobre lo que siente él al ver a ciertos personajillos salir de cierto lugar...pero mejor leamos lo que nos dice:



ARTURO PÉREZ-REVERTE | XLSemanal | 5 de Julio de 2009


Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre.

Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto. Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida.

Quizá porque los conozco, concluyo. No uno por uno, claro, sino a la tropa. La casta general. Los he visto durante años, aquí y afuera. Estuve en los bosques de cruces de madera, en los callejones sin salida a donde llevan sus irresponsabilidades, sus corruptelas, sus ambiciones. Su incultura atroz y su falta de escrúpulos. Conozco las consecuencias. Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire. Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día.

De cualquier modo, por hoy es suficiente. Y se acaba la página. Tenía ganas de echar la pota, eso es todo. De desahogarme dándole a la tecla, y es lo que he hecho. Otro día seré más coherente. Más razonable y objetivo. Quizás. Ahora, por lo menos, mientras camino por la carrera de San Jerónimo, algunos sabrán lo que tengo en la cabeza cuando me cruzo con ellos.


¿Qué?...a qué está mas que acertado; a qué son muchas las veces que sentimos lo mismo que él y no sabemos como decirlo; a qué es una autentica tomadura de pelo el que nuestros políticos, por el simple hecho de estar unos años en el poder o sentados cómodamente en sus escaños, tengan derecho a una jubilación de oro?.

Asco me da ver a según que personajill@s pasear su ignorancia con aires de estar de vuelta de todo por el panorama de la actualidad... a los leones les enviaba yo y no precisamente a los que velan las puertas del Parlamento.