sábado, 17 de mayo de 2008

Robando muertos


La escenas que ilustran este escrito han sido vistas por miles de personas, igual millones, esos envíos por la red hacen milagros. La verdad es que no tengo la menor idea de donde proceden esas fotos y ni siquiera si el entierro es real o un montaje, pero visto lo que voy a comentar fijo que es real.

Hace un par de días salieron en un programa de TV3 un par de gitanos muy elegantes, muy enjoyados y muy dignos; desprendían un cierto aire de intemporalidad que traspasaba la pantalla. Hablaban con lentitud, con calma, con emoción contenida. Uno de los gitanos, guapo mozo por cierto, era el hijo de un señor que había fallecido hacía unos pocos días; el otro señor que le acompañaba, creo recordar, era un hermano del fallecido. Entre emoción muy contenida y con los ojos brillantes por las lágrimas contaron su historia.

El padre del guapo mozo, que como ya he dicho había fallecido hacía unos días, fue enterrado después de permanecer unos días en su casa debidamente velado por los familiares. Al bajar el féretro con su inquilino, por el ascensor y llegar a la calle, los hijos pidieron que se recompusiera al ocupante, mas que nada por si en la bajada por el ascensor había quedado en alguna postura incomoda. En ese momento los jóvenes percibieron miradas de codicia en los ojos de los trabajadores de la funeraria que eran los encargados de esos menesteres. En ese momento el locutor que los entrevistaba les pregunto el por que de esas miradas y ellos dijeron que su padre llevaba encima joyas por valor de mas de 40.000 euros... entre esas joyas habían dos relojes Rolex, anillos numerosos, cadenas múltiples, cruces varias, medallas numerosas...vamos un muestrario de oro ambulante.

Sigamos con el relato, una vez enterrado el patriarca y ya en casa los familiares empezaron a comentar la actitud de los enterradores, y empezaron a sospechar y a tener la mosca tras la oreja. Al día siguiente fueron al lugar de reposo eterno del señor difunto, este estaba en el piso 8º del cementerio, y comprobaron que la lápida había sido movida y se veían signos que les hacían sospechar que la tumba había sido profanada. Ataron cabos y se fueron a quejar a la dirección del cementerio. Allí les dieron largas, les dijeron que eso no podía ser, vamos que se los quitaron de encima. Pidieron que se abriera el ataúd pero eso no es posible sin una orden judicial, una vez está el sepulcro sellado no se puede abrir sin dicha orden. Como nadie les hacía caso y muy escamados decidieron exponer su caso en un programa matinal de denuncia y que tiene una gran audiencia: Els Matins de TV3 de Josep Cunit.

Pues resultó que tenían razón, los mossos d'escuadra iniciaron una investigación y en ella se descubrió que uno de los enterradores, un joven toxicomano, había saltado la tapia del cementerio por la noche y había profanado la tumba...pero juraba y juraba que el solo había puesto la mano y sacado una sortija. Veremos como acaba la cosa y si se robó mas cosas. De momento otros familiares de etnia gitana que tiene por allí a sus difuntos andan alborotados por si eso se ha producido en mas ocasiones.

Y digo yo...qué es peor la ignorancia que lleva a ese tipo de practicas o la avaricia y el deseo de los ladrones de tumbas. Ignorancia y estupidez ambas muy humanas pero infinitas. Manda huevos con los 40.000 euros .

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