martes, 22 de julio de 2008

Fin de un tiempo


Hay temporadas en la vida de las personas que son nefastas; véase por temporadas: días, semanas, meses o incluso días u horas...
Son tiempos de zozobra, en los que el mundo personal de cada cual parece tambalearse, se ve uno en medio de un temporal que ha aparecido de repente o que ha ido creciendo de forma imparable ante nuestra mirada incrédula.
Quiero que termine ya, ya tengo bastante de perdidas. Algunas virtuales y otras reales...pero demasiado dolorosas ambas.

Lo ultimo ha sido el fallecimiento de un intimo amigo, un compañero de tiempos pasados. Con él compartimos muchas cosas, muchas...con él y con su compañera, con sus hijas y los de ella y el mio.

Navegamos por mares plácidos y ricos.

Crecimos todos, cada cual fue tomando distintas singladuras, pero seguíamos en nuestra amistad.

Pero hace siete meses, siete tan solo, el maldito cáncer ataco de forma fulminante, no estuvimos a tu lado porque no querías que viésemos tu decadencia y tu padecer, fue duro para nosotros y para ti pero acatamos tu voluntad.

Ahora ya no estas, has cogido la barca eterna y te has lanzado a nuevas singladuras, solo...y aquí has dejado al resto de la tripulación...acongojados y perdidos. Has puesto punto y final a una época, nuestra época. Eras el ultimo eslabón de la cadena que nos mantenía unidos...pero has largado amarras antes de tiempo, y nos has dejado con un gran vacío.

Navega eternamente amigo, con tu mirada socarrona, tu eterna sonrisa jovial, con tus gruñonerias.
Preparanos tus riquisimas "currioles", que no todos soportaban bien pero que a mi me encantaban, para cuando nos toque emprender la marcha beberlas por el reencuentro...

Siempre estarás en nuestro corazón.

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