martes, 25 de marzo de 2008

Crucifernario de la culpable indecisión


Este mes de Marzo, el día dos, se han cumplido cuatro años de la partida de este mundo de Alberto Miralles Grancha. Tuve el privilegio de tenerle por profesor en el Instituto del Teatro de Barcelona, en los cursos 68-69, 69-70, 70-71, no solo eso si no que fuí uno de sus Cátaros, el Grupo Teatral que el fundó. He recordado hoy esta fecha buscando una información que había perdido, que por cierto nada tenía que ver con él, y me he encontrado con un montón de biografías suyas, de reseñas varias y como no fotografías; como la que encabeza este pequeño recordatorio y homenaje.

Tu mirada ha quedado en suspenso a través del tiempo, a través del espacio. En un segundo me ha transportado a mi primera clase contigo, me habían hablado de tu dureza, de como hacías trabajar a la gente, de tu humor ácido y mordaz, de tu forma de seducir, de tu apabullante personalidad, y yo temblaba solo de pensar en que me dijeras algo. Eramos unos veinte o veinticinco en clase, fuiste pasando revista a cada uno de nosotros en silencio. Tus ojos nos sopesaban con aquel aire de suficiencia con el que solías escudarte. Me miraste y yo desee estar muy lejos de allí en aquel momento, viste a través de mi como si fuera yo transparente, deslizaste tu mirada hacia otro compañero, al cabo de unos momentos volviste hacia mi y dijiste: "Dios, aquí tenemos a Veronika Lake"...me sonrojé, y mis ojos lanzaron chispas, en aquel momento me sentí fatal a pesar, de que mi pelo por aquel entonces era muy largo, rubio y peinado como V.L. fui a replicar pero en aquel momento vi la chispa irónica en tu mirada y la sonrisa apenas esbozada...y me calmé, sonreí a mi vez y exclamé: "Vaya con el divino calvo", la clase prorrumpió en risas y en aquel momento me enamoré de ti.

Se que estas en algún lugar, la gente como tú tiene que estar forzosamente en un lugar después de la muerte, seguro que estas con los dioses, y seguro que les has puesto las pilas, seguro que les has hecho recitar a Machado, o les has montado un CataroColon, o mejor aun les has hecho representar tu divertidisimo, agudo, demoledor " Crucifernario de la culpable indecisión".

Antes de las vacaciones de Navidad del 68 ya era un Cátaro, empecé a ensayar mi papel de loca para el Marat-Sade que se había estrenado el 2 de Octubre en el Teatro Español en Madrid, creo que fueron tres o cuatro representaciones, para luego pasar al Poliorama en Barcelona. Tuve mala suerte...vino el Estado de Excepción en Enero del 69. Peter Weiss exigió el cese de las representaciones, Fraga se cabreó y no quería que eso pasase...pero Marsillach nos reunió y se marchó, despues de darnos las gracias muy educadamente, a Mallorca o Menorca o Ibiza, no recuerdo muy bien, junto a Emma Cohen...la que se lió...pero esa es otra historia y no viene al caso.

Como diría Celaya:

Ni vivimos del pasado
ni damos cuerda al recuerdo
Somos , turbia y fresca un agua que atropella sus comienzos.

Un beso mi querido maestro.

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