
Sus manos parecen querer acariciar algo o a alguien, son como una caricia de piedra, un consuelo a quienes han perdido al ser amado.
No llores, estoy aquí...cerca de ti, te sigo amando y te protegeré hasta el momento que volvamos a unirnos...te quiero.
Cada rincón tiene su historia, cada estatua desprende un sentimiento producto de quien la encargó y de quien supo transmitir al mármol ese sentimiento...cuanta dulzura y amor hay en esa cara y cuanto dolor también...las pérdidas siempre son dobles.
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